Operaciones logísticas y manufactureras sostenibles, una nueva y necesaria estrategia

Por Luis Fernando Silva Mateus, director de Programa en el área de Logística y Operaciones en el Instituto Forum.

La sostenibilidad es un término que oímos y leemos diariamente, en casi todos los ámbitos: político, gubernamental, ambiental, productivo, académico y social. Y es que la sostenibilidad, más precisamente el concepto de “desarrollo sostenible”, es hoy la principal megatendencia que afecta y afectará nuestras vidas.

El concepto de desarrollo sostenible fue definido por primera vez en 1987 por la doctoraGro Harlem Brundtland, entonces primera ministra de Noruega, en el informe presentado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), llamado Nuestro futuro común (Our Common Future, en inglés). Allí define “desarrollo sostenible” como aquel que satisface las necesidades del presente, sin comprometer las de las futuras generaciones. Esta definición tuvo relevantes implicaciones, sobre todo porque deja a un lado la visión tradicional de la sostenibilidad con un enfoque meramente ambiental. Se trata de conocer, entender e intervenir las interacciones, relaciones y límites dentro de los entornos sociales, ambientales y económicos.

Informes como Nuestro futuro común llevaron a que en 2015 la ONU aprobara la Agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible, definida como “una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás”. La Agenda está compuesta por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen la eliminación de la pobreza, el combate al cambio climático, la educación, la igualdad, la defensa del medio ambiente, el diseño de nuestras ciudades, y la producción y el consumo responsables. Esta Agenda es un compromiso firmado por más de 190 países, incluido Colombia.

Los consumidores añaden que, en la decisión de compra, le dan prioridad a marcas sostenibles, transparentes y alineadas con sus valores.

¿Por qué la sostenibilidad es tan importante para las empresas y sus operaciones logísticas y manufactureras?

Las empresas no son ajenas a la conciencia ambiental, social y económica promovida para la difusión, el entendimiento y el alcance del concepto del desarrollo sostenible y la Agenda 2030. Todas las compañías, sin importar su industria, se encuentran cada vez más bajo una presión creciente para que sus procesos y operaciones productivas y logísticas generen menos impactos negativos y más ambientes favorables en la sociedad y, al mismo tiempo, sigan siendo rentables: es decir, que busquen el camino del desarrollo sostenible.

Estas presiones tienen dos actores principales. En primer lugar, los gobiernos desde las implementaciones de políticas, impuestos o incentivos, con los cuales buscan que las compañías se comprometan a desarrollar y adaptar sus procesos y operaciones de producción y logística hacia la sostenibilidad. Un ejemplo para ilustrar esta presión es la actual meta de Colombia, país comprometido con el diseño del Plan de Acción de Cambio Climático y la implementación de la estrategia de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y de desarrollo bajo en carbono.

Así mismo, en 2022 se espera reducir 36 millones de tCO2eq (volumen de emisión de gas de efecto invernadero equivalente a una tonelada de CO2).Y, a 2030, se compromete con que Colombia reducirá en un 20 % las emisiones de GEI. Estos compromisos apuntan en particular al objetivo 13 de los ODS, Acción por el clima. Sin embargo, todos sabemos que el Gobierno, per se, no es un generador de GEI, sino que lo son todas las organizaciones que operan en el país. Por tanto, estas son una parte trascendental para cumplir los compromisos del país en la transformación de las empresas.

El segundo actor, y tal vez el más destacado, lo conforman los consumidores. Para profundizar sobre la influencia de los consumidores en la transformación hacia el desarrollo sostenible en la organización, me voy a referir a los resultado del informe Meet the 2020 consumers driving change, elaborado por la IBM en colaboración con la National Retail Federation (NRF). El estudio incluye encuestas a 19.000 consumidores de 28 países, pertenecientes a todos los grupos económicos y todos los rangos de edad, desde los 18 hasta los 73 años.

Una de las conclusiones más interesantes es que cerca del 30 % de todos los consumidores dejaría de comprar sus productos preferidos si perdiera la confianza en la marca.Los consumidores añaden que, en la decisión de compra le dan prioridad a marcas sostenibles, transparentes y alineadas con sus valores. Aseguran también estar dispuestos a pagar más por estos productos, hasta un 35 % más, si se alinean con los valores sostenibles. De estos consumidores, el 57 % también afirma que incluso está dispuesto a cambiar sus hábitos de compra para ayudar a reducir el impacto ambiental negativo.

Con este panorama, es claro que la nueva estrategia de las organizaciones hacia el desarrollo sostenible parte más que nada de la transformación de las operaciones logísticas y productivas. Este es un nuevo horizonte. Las nuevas responsabilidades, o los profesionales y gerentes de estas áreas, deberán desafiar los estándares establecidos promoviendo proyectos y estrategias para cumplir con la expectativa y las necesidades de los clientes, y con las crecientes exigencias de los gobiernos.