Campus: De todos estos roles de gestión que tiene; de coach, de escritor, de columnista, de influencer ¿Cuál es el que más te gusta?

Juan Carlos Lucas: Yo creo que lo que más me gusta es facilitar espacios colectivos de aprendizaje, dar seminarios, programas, ver las transformaciones en las personas, eso es lo que más me moviliza y después me gusta mucho escribir; sin embargo, no es algo que lo haga de forma tan constante como dar seminarios. Diseñar y dictar o facilitar programas de aprendizaje, quizá es lo más importante para mí y lo que más me nutre.

C: Poniéndonos en el contexto actual de contingencia generado por la pandemia, cómo hacer para combatir los pensamientos fatalistas, ¿qué recomendaciones prácticas nos podría dar al respecto?

JCL: Lo esencial es cultivar emociones positivas y para esto tenemos como tres palancas, una palanca es la fisiología, que hago con mi cuerpo, que hago con mi respiración, mi gestualidad, entonces puede ser tan simple como un ejercicio de respiración o una bicicleta fija, caminar o mover el cuerpo, decididamente mejora el estado de ánimo. La segunda es el foco de mi conciencia, a qué le presto atención, y a veces le prestamos atención a cosas que nos hacen caer en estados de ánimo negativos, lo que nos hace cultivar un mal estado de ánimo, malas emociones, si hago foco en las malas o buenas decisiones, en el pasado, presente y futuro, por último, está el lenguaje, en qué conversaciones esto y que interpretaciones hago, que preguntas me formulo a mí mismo.

C: ¿Qué consejo les daría a los estudiantes universitarios en este contexto, sobre esta etapa de esta contingencia? ¿Cómo enfrentar la contingencia desde el rol como estudiante?

JCL: Una cosa muy interesante y vuelvo a lo que hablábamos antes, yo puedo interpretar esto como no me queda otra por esta situación que esta experiencia de aprendizaje degradada de estar haciendo esto en línea versus las posibilidades increíbles que se abren con la apropiación masiva de estas nuevas prácticas, cada vez son menos la personas que dicen que no se puede, todos se van dando cuenta paulatinamente que no solo se puede  sino que en algunos aspectos es mejor que la experiencia presencial, porque por ejemplo, terminas y estas en tu casa, no pierdes tiempo, hay un montón de ventajas. En relación con los alumnos de la universidad, está bien se perdieron la experiencia habitual, pero van a tener un aprendizaje único que ningún otro alumno ha tenido.

C: Por último, ¿qué es la felicidad?

JCL: Ser feliz para mi es el cultivo de una práctica, ser feliz es cultivar un hábito, yo tenía un maestro que decía, cuando yo practico más, soy más sabio, cuando practico menos, soy menos sabio. Hay una idea de que la felicidad es una especie de paraíso al que uno accede, pero yo lo veo más como que dentro nuestro están todas las semillas, está la semilla de lo malo y de lo sufriente y está la semilla de la plenitud. La felicidad tiene que ver con alimentar la posibilidad la plenitud y esa plenitud está a su vez vinculada con o que hablábamos antes, cultivar una mente presente una mente serena, que lleva a que las emociones se vuelvan emociones positivas, compasivas, amorosas. Entonces en definitiva una mente serena, una mente abierta, compasiva, es igual a un músculo que se entrena, depende de lo que nosotros hagamos. La felicidad es una práctica que debemos cultivar.