LÍDERES PARA DESARROLLAR EQUIPOS

Resulta interesante consultar sobre liderazgo en Google y encontrar que en 0.46 segundos arroja 82,300,000 resultados, pero se necesitaría toda una vida para revisar la efectiva profundidad de cada cita y su aporte a la vida organizacional.

Resulta interesante consultar sobre liderazgo en Google y encontrar que en 0.46 segundos arroja 82,300,000 resultados, pero se necesitaría toda una vida para revisar la efectiva profundidad de cada cita y su aporte a la vida organizacional. Ahora bien, cuando hablamos de algo más específico como los estilos de liderazgo encontramos una amplia gama de propuestas desde Kurt Lewin, Goleman, John Gardner hasta una conferencia reciente que planteaba un estudio realizado en el que se llegó a identificar hasta 54 estilos de liderazgo, por mencionar solo algunos, con este panorama se encuentra sensata la reflexión de Bass (1990) quien afirma que “hay tantas definiciones del concepto de líder como personas han intentado definirlo”.

El estilo de liderazgo es el factor que genera la vivencia de un clima organizacional y su consecuente efecto en el desarrollo humano, “el líder es el constructor de la cultura organizacional, entendida como el conjunto de valores, tradiciones, creencias, hábitos, normas, actitudes y conductas que le dan sentido a una organización para lograr sus objetivos económicos y sociales” (Siliceo, Cáseras y González 1999). De este modo, se entiende que el líder será el principal interesado en que la organización cumpla sus objetivos y de su estilo de liderazgo dependerá que el equipo de trabajo se alinee con convicción a los propósitos estratégicos de la organización.

Algunos estilos pueden resultar más exitosos que otros, dependiendo del contexto organizacional y los resultados esperados del equipo de trabajo, de acuerdo con la actuación de cada tipo de líder se genera un clima laboral que puede caracterizarse así: ante el estilo de liderazgo autoritario se pueden presentar reacciones de odio y resentimiento entre los miembros del grupo, se pueden presentar desinterés, apatía o la tendencia a dejar rápidamente ese trabajo, existe un grado considerable de sumisión ante el líder. Cuando el estilo del líder es democrático las relaciones mutuas entre los componentes del grupo, casi siempre son buenas, existe un trato amistoso, se ve al líder como un igual y la relación con éste es satisfactoria, en el trabajo que se desempeña existe la posibilidad de expresar ideas libremente y fomentar la creatividad. La reacción al liderazgo laissez-faire (dejar hacer) supone el menor nivel de productividad entre los tres estilos, estudios ha demostrado que en este esquema se manifiestan rivalidades y se generan fracciones dentro del grupo, lo cual propicia un clima laboral no muy sano.

Sumado a lo anterior es importante analizar un conjunto de habilidades, más allá del liderazgo, como la comunicación, la capacidad para generar confianza y compromiso, la efectiva gestión del tiempo, las habilidades para la negociación, la resolución de conflictos, las habilidades para el pensamiento sistémico, pero sobretodo las competencias del ser y las posibilidades del líder de ser un referente

ejemplar en sus actuaciones morales y éticas, tan inspirador que el equipo desee a conciencia, seguirle y aportar en el propósito común de la organización, involucrando así factores motivacionales que serán los que le permita contar con el talento humano adecuado para alcanzar los objetivos de la empresa y hacer que ese talento se quiera quedar en la organización y en este último aspecto tienen los líderes actuales un importante reto frente al manejo de las generaciones que están llegando al contexto laboral.

Para muchas personas el ideal de crecimiento al interior de una organización es llegar a ser el jefe y tener un equipo a su cargo, pero en verdad ¿todas las personalidades están dadas hacia un liderazgo inspirador? Tal vez el poder sea un anhelo para unos, tal vez el protagonismo y el reconocimiento que trae el liderazgo lo sea para otros, pero la esencia del líder se debe caracterizar por ser quien trabaja arduo por el desarrollo de su gente y su bienestar, teniendo en cuenta que líder es quien: 1) hace 2) deja hacer 3) inspirar a la acción. Ésta debería ser la primera lista de chequeo al momento de considerar a una persona para una posición de jefe, para no caer en lo que cita en Twitter Mauricio Rodríguez, @liderazgomr (2019, 28 agosto): “Error grande cometen muchas empresas en convertir a un buen profesional en un mal jefe. Una cosa es tener el conocimiento técnico y otra la habilidad para liderar un equipo” (Recuperado de twitter.com/liderazgomr/status/1166700020109889536)

 

REFERENCIAS

  • Liderazgo: estilos de liderazgo según Kurt Lewin y análisis de un caso real. Universitat de les Illes Balears, España, 2015 www.gestionhumana.com.ez.unisabana.edu.co/gh4/BancoConocimiento/C/curso_de_liderazgo_empresarial_3d/curso_de_liderazgo_empresarial_3d.asp
  • Cuadrado, I. (2001). Cuestiones teóricas y datos preliminares sobre tres estilos de liderazgo. Revista de Psicología Social. Vol.16 (nº2), Pág.131-155. Recuperado el 1 de abril de 2015, desde: dialnet.unirioja.es/servlet/articulo