Conferencia: ¿Tenemos la vacuna contra la corrupción?

Tomado de Aleteia

En la XXll Sesión del Fórum de Ética y Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se tuvo como invitado al profesor Doménec Melé, quien actualmente trabaja en el Departamento de Ética Empresarial del IESE de la Universidad de Navarra.

La conferencia fue dividida en dos grandes temas de relevancia para el funcionamiento de las organizaciones: la cultura ética organizacional y la lucha contra la corrupción.

En la primera parte de la reunión, se analizó la relevancia de la cultura empresarial, enfocándose en que esta no debe quedarse solo en declarar los valores corporativos, sino que debe tener presente que la cultura real se da por convicciones y valores compartidos.

El profesor Melé afirmó que las políticas de la empresa, las decisiones y prácticas, de la mano con los hábitos de conducta, ayudarán a implementar de una manera adecuada la cultura empresarial. Lo anteriormente mencionado, se afirma sin dejar a un lado que para poder pasar de valores a carácter y hacer propio estos valores, se dependerá en gran medida de las propias personas.

Para lograr contribuir en una cultura de ética empresarial se deben alimentar el liderazgo, los idearios de la empresa, la selección y acogida del personal, las prácticas con el personal, las estrategias y estructuras, la relación con los clientes y la pedagogía.

El profesor Melé concluye que los anteriores puntos expuestos deben mantener a largo plazo estas acciones y siempre poseer la capacidad de servicio.

En la segunda parte de la conferencia, se explicó la corrupción desde el significado de soborno y extorsión, siendo el primero todo intento de conseguir alguna ventaja injusta utilizando dinero u otras recompensas para provocar una decisión favorable a intereses propios o de varias personas, y el segundo todo intento injusto de exigir dinero u otras ventajas aprovechándose de su posición de poder.

La corrupción aparece dentro de las organizaciones y puede ser afectada por factores internos y externos. Si no se ataja a tiempo, se va extendiendo progresivamente en las instituciones por medio de las tácticas de racionalización que consisten en negar que existan responsabilidades, daños y la existencia de una víctima. También, influye el proceso de socialización, en el cual se exige compromiso y una participación más intensa en los actos, derivando en la aceptación de la corrupción como algo normal.

Los daños que se derivan de la corrupción son el costo para el crecimiento económico, la promoción de la persona, la injusticia en la sociedad y la privación de la legalidad como un bien común. Según Melé, estos daños ponen en relieve el juicio negativo que la Iglesia Católica ha tenido sobre estos actos en el Compendio de la doctrina social de la Iglesia.

Las estrategias anticorrupción en las organizaciones se deben fundamentar en prevenir que estas acciones se desarrollen facilitando que los empleados sean conscientes, utilizando evaluaciones de desempeño, cultivando un ambiente ético y mostrando una conducta ejemplar por parte de altos directivos. También, invertir en la racionalización y socialización podrá servir de puente para que la organización permanezca consciente y vigilante.

Las recomendaciones que brinda el profesor Melé para las empresas son tener un propósito claro de cumplir todas las leyes; elaborar una estrategia anticorrupción; clarificar quien asume la responsabilidad en contratos; criterios claros de parte de la dirección sobre los problemas que acarrea la corrupción; que las contribuciones a partidos sean transparentes y  conformes a la ley;  prohibición de recibir regalos como soborno; autorización para recibir obsequios por cortesía con normas claras; identificarse cuando se actúe en nombre de la empresa; establecer criterios sobre aprobación de gastos; que los empleados tengan donde acudir para denunciar estas conductas; protección a los denunciantes de buena fe; tener una contabilidad ordenada; devolver pagos ilícitos que algún empleado haya aceptado; dedicar medios necesarios para el control; establecer procedimientos claros y justos para definir responsabilidades y actuar positivamente para combatir la corrupción.

Melé argumenta que la corrupción se da por un desorden de consciencia y que, como herramienta para acabar este mal, se debe aprender a decir no para formar parte de la búsqueda de un bien común.