Modelo Familiar… ¿Cómo debería ser?

El modelo de familia vista desde su conformación y ecología debe ser tradicional (padre, madre e hijos), siendo lo tradicional un adjetivo que connota costumbres, estilos de vida, creencias heredadas y conservadas a lo largo del tiempo; aun así, la respuesta quedaría corta, pues hablar de modelo va más allá de hablar de la conformación familiar, ya que, como lo señalan Marín y Cortés (2013), históricamente la institución familiar ha adoptado diversas formas, por lo que en la actualidad se habla no de familia, sino de familias, para defender la no existencia de un único modelo familiar “tradicional”.

El modelo de familia vista desde su conformación y ecología debe ser tradicional (padre, madre e hijos), siendo lo tradicional un adjetivo que connota costumbres, estilos de vida, creencias heredadas y conservadas a lo largo del tiempo; aun así, la respuesta quedaría corta, pues hablar de modelo va más allá de hablar de la conformación familiar, ya que, como lo señalan Marín y Cortés (2013), históricamente la institución familiar ha adoptado diversas formas, por lo que en la actualidad se habla no de familia, sino de familias, para defender la no existencia de un único modelo familiar “tradicional”.

Han sido varios los estudios desde diferentes disciplinas que se han desarrollado en torno a la familia, principalmente aquellas influencias de distintos fenómenos de orden social, cultural, económico, de innovación y de cambio que la han impactado de modo significativo. Es así que, producto de esta pluralidad, se ha derivado el considerar a la familia como un problema sociológico; de lo cual surgen dos tesis contrapuestas: por un lado, los defensores; y por otro, los detractores de la familia tradicional; posicionamientos que buscan el modo de legitimar las formas de convivencia, al diferenciar las relaciones familiares (analógicas) de las no familiares (metafóricas) (Donati, 2013).

Un modelo familiar hace referencia a esos ideales que debe tener una familia; ideales que la sociedad busca recuperar, ya que algunas de las formas de familia adoptadas arruinan lo familiar y, con ello, a la naturaleza humana; aun así, la luz del amor en la familia no podrá extinguirse o arruinarse; amar seguirá siendo un acto libre de la voluntad del ser humano, el cual le permite superar cada una de las dificultades propias de la vida y, si es al lado de esas personas que amamos, son aún más fáciles de superar.

Para Donati (2013), es necesario dar razones sociológicas para sostener que la familia es una institución del futuro y no del pasado; dar razones del porqué la familia existe y no puede no existir; al resignificar que la familia ha sido, sigue y seguirá siendo esa base natural no solo para el ser humano, sino para la sociedad. La familia es ese bien común del que depende también la felicidad de las personas y de donde emanan los primeros vínculos tan valiosos para el individuo, los cuales se constituyen a partir de los lazos de sangre, y con ellos llegan también los lazos de afecto, sumado al compromiso que se adquiere por los demás.

No hay que olvidar que el ser humano es el animal que más tiempo de crianza necesita hasta ser viable biológicamente y su subsistencia se desarrolla mediante la cultura; esta es lo más visible al ser humano, ya que por medio de ella logra su adaptación al medio ambiente “mediante la cultura el ser humano busca conocer e interpretar su realidad”.

El modelo de familia debe ser aquel donde exista esa vinculación en la cual sus integrantes se sientan privilegiados por la capacidad de donación al entregar y recibir amor “un amor incondicional”. El modelo de familia debe ser ese que eduque en valores; estimule el aprendizaje y la autonomía; en el que sean visibles los roles de un padre, de una madre, de un hijo, de un hermano, de un familiar y en la cual sus miembros sientan el cuidado, la atención y la seguridad, al lograr cubrir cada una de las necesidades visibles y no visibles que permitirán en cada individuo desarrollar una base de sociabilidad, de bienestar, de identidad; y cada una de estas tareas que buscan velar por la vida de un ser humano le corresponde a una familia inicialmente de padre y madre, la cual, al tener la tarea de engendrarla, también tendrá la tarea de protegerla.

Referencias bibliográficas:

Donati, P. (2013) La familia como raíz de la sociedad. Estudios y ensayos. Madrid: BAC. Pastoral. Bordón. Revista de Pedagogía, 66(4), 175-176.

Marín, L. y Cortes, C. (2013). “Madrid en el siglo XXI. Transformaciones y retos de su realidad social”. La Realidad Social de Madrid. Vol. II. Madrid: Editorial Fragua