Formación virtual: preparación y voluntad

El COVID-19 y su expansión por el mundo ha transformado la forma en la que las personas participan en diferentes ámbitos de la vida cotidiana como entretenimiento, socialización, trabajo y estudio. Este último campo, ha representado un gran reto para el sistema educativo, profesores, estudiantes y padres de familia, quienes desde ahora, ven en la tecnología la posibilidad de continuar con sus procesos formativos.

De acuerdo con el doctor Andrés Chiappe, director del Doctorado en Innovación con uso de TIC del Centro de Tecnologías para la Academia, “las actuales circunstancias son una evidencia clara de los valores agregados que la formación virtual puede brindar, en términos de flexibilidad, tiempos y espacios”. Javier López, director de programas en tecnología del CTA, agrega que “especialmente los jóvenes deben ver en internet la oportunidad de formarse y no solo distraerse”.

Según Chiappe, la formación virtual tiene muchas caras: por una lado, la utilizada por los colegios y universidades a través de plataformas de gestión del aprendizaje o LMS (Learning Managment System) que permiten dinamizar y desarrollar la oferta académica a través de diversos contenidos y actividades planteadas por el profesor como foros, chats y encuestas.

Por otra parte, hay una gran cantidad de alternativas de formación no formal: “Los MOOC o cursos masivos abiertos y en línea, son buenas oportunidades para que las personas aprendan sobre temáticas concretas, de interés personal, lo que promueve la autonomía de los estudiantes”, asegura Chiappe. Algunas de las plataformas más conocidas para tomar este tipo de cursos, la gran mayoría de ellos gratuitos, son Coursera, Edex, Udacity y Miriada.

De acuerdo con Chiappe, hay dos formas de aproximarse a la educación virtual:

  • Encuentros sincrónicos en línea: es decir sesiones realizadas en un mismo momento que permiten atender necesidades puntuales de formación, como la explicación de un tema.
  • Actividades asincrónicas: cuando los estudiantes consultan contenidos educativos y ponen a prueba el conocimiento realizando actividades planteadas por el tutor o profesor. Esta dinámica se asemeja a la utilizada en los MOOC.

¿Qué se debe tener en cuenta para estudiar virtualmente?

“Lo que yo recomiendo a cualquier persona que quiera estudiar bajo la modalidad virtual, sea formal o no formal, es preguntarse tres cosas: ¿Qué necesito? ¿Cuándo

lo necesito? y ¿De qué forma?”. La virtualidad ofrece distintas soluciones a distintas necesidades y se debe partir de saber qué se quiere lograr”, dice Chiappe.

Javier López por su parte recomienda que el estudiante interesado en explorar alternativas de formación virtual debe ser crítico frente a la información y los contenidos disponibles en la red: “Internet es un mar de información, gran parte de de ella falsa o poco verídica, por lo que se debe comprobar la fiabilidad de los cursos que se tomen”.

El portal MOOC Unisabana, gestionado desde el Centro de Tecnologías con apoyo de varias unidades académica y administrativas, cuenta con la siguiente oferta de cursos:

  • Introducción a la innovación educativa con TIC
  • Etiqueta y protocolo
  • Introducción a la administración
  • Atención primaria en salud
  • Reumatología: Imágenes Diagnósticas

Dada la contingencia por la pandemia, el Ministerio de Educación lanzó el portal Aprender Digital que cuenta con más de 80 mil recursos educativos en línea que pueden ser utilizados por estudiantes y profesores.

Gracias al trabajo del Ministerio y aliados tecnológicos como Google y Microsoft, el portal tiene disponibles varios cursos para estudiantes con temáticas como acercamientos a la tecnología digital, programación básica, ciberseguridad y emprendimiento.