Líderes de la comunidad que cambian vidas gracias a la educación

Myriam Bernal y Yaneth Gómez, estudiantes de tercer semestre de la Maestría en Pedagogía, han sido fundamentales para la inclusión educativa en la Institución Educativa Distrital Rural San Jorge, ubicada en la vereda San Jorge, del municipio de Zipaquirá. Las docentes son las gestoras del bachillerato académico y la jornada nocturna en la institución.

Con el apoyo de la Secretaría de Educación, Myriam inició en 1999 un censo veredal para determinar la viabilidad de implementar la educación secundaria en la institución educativa. “Hasta el año 1999 había cuatro sedes de primero a quinto de primaria. Los niños no tenían acceso a bachillerato en la vereda, y los que tenían recursos económicos debían ir al sector urbano a cursar el bachillerato. Los demás, simplemente, permanecían en la parte rural, pero sin acceso a la educación secundaria”, afirma la docente. El censo fue exitoso, y ese año un grupo de 45 estudiantes de la vereda iniciaron sus estudios secundarios en nuestra escuela. “Fue un gran inicio; brindamos oportunidad a las familias de la vereda San Jorge, pero debíamos seguir con más proyectos”, concluye.

Jornada nocturna, oportunidad para los mayores.

No conformes con la apertura del bachillerato, la institución identificó la necesidad de abrir la jornada nocturna para la comunidad mayor de la vereda. La profesora Gómez ha sido partícipe fundamental en este proceso. “Esta jornada era una especie de ‘deuda’ con la comunidad de San Jorge; durante dos años se cerró, y la venían reclamando”. La profesora Gómez replanteó entonces la jornada nocturna y logró reabrirla. “Esta jornada representa, sobre todo para la población adulta, un gran crecimiento personal, desarrollo de todas sus dimensiones, porque el adulto, tal vez con un poco más de interés que el joven, acude al estudio con toda su voluntad, con toda su intención, con todo su interés por aprender. Ver a estas personas con ese interés de superar la primaria y la secundaria es muy importante”, concluye.

Líderes de su comunidad.

Las profesoras Bernal y Gómez siguen siendo docentes y ahora son también líderes de la comunidad, a la que ayudan e impulsan a superar sus metas, enseñando que los sueños pueden realizarse a pesar de los años.

“La Universidad nos ha enseñado a entender que después de muchos años de trabajo como docentes, tenemos fallas y podemos corregirlas. Además, la formación humana que nos ofrece [la Universidad] ha sido fundamental para potenciar el amor por el otro y transmitirlo día tras día a nuestros estudiantes”, concluye la profesora Gómez.