Concierto de 15 minutos en realidad virtual hizo historia

El 2 de febrero, 10 millones de personas disfrutaron del concierto de Marshmello, un famoso DJ estadounidense, en un marco histórico. El escenario contó con luces, efectos visuales, acrobacias y completa libertad para asistir desde cualquier lugar del globo terráqueo. No hubo boletería, largas filas, localidades ni equipo de logística para regular el evento. El truco fue que el concierto se realizó en Fortnite, videojuego lanzado en el 2017 que cuenta con 200 millones de jugadores.

Además, la presentación solo duró cerca de 15 minutos, tiempo que decepcionaría por completo a cualquier asistente a un evento de este tipo; sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Esos fueron los momentos más impresionantes de la plataforma virtual, puesto que se superó el récord de jugadores conectados de manera simultánea por 1,7 millones (anteriormente de 8,3 millones).

Según el experto Ronald Gutiérrez, profesor de la Maestría en Informática Educativa del Centro de Tecnologías para la Academia, ha comenzado a marcarse una tendencia: “Podemos tener experiencias de la vida real a través de la virtualidad. Ya no vemos las plataformas virtuales para chatear o hacer videoconferencias, sino para vivir experiencias, como una fiesta, un concierto o un evento, en las que hay mayor interacción”.

“Lo verdaderamente interesante del evento de Marshmello se debe a una tendencia mucho más palpable. Se trata de la posibilidad de ofrecer experiencias cada vez más cercanas a un evento de la vida real, sin limitarse por inconvenientes propios de los sucesos físicos”, afirma Frank Reyes, experto en videojuegos y estudiante de Comunicación Social y Periodismo.

Reyes afirma que no es la primera vez que sucede algo de este tipo. Artistas como Phill Collins y Ariana Grande ya han hecho apariciones virtuales en videojuegos. Por ello, el profesor Gutiérrez indica: “Lo importante al analizar este tipo de eventos, que seguramente se repetirán en otras plataformas, es el público al que va dirigido, puesto que para algunos jóvenes es más natural enviar notas de voz por WhatsApp que hablar en persona”.