Abecé de la epilepsia en los niños

Desde el programa de Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad de la Clínica Universidad de La Sabana, la neuróloga pediátrica Adriana Carolina Vargas explica la epilepsia en los niños: según la Organización Mundial de la Salud (OMS, s. f.), la epilepsia es un trastorno crónico que puede presentarse en cualquier momento de la vida.

En el mundo, 50 millones de personas la padecen, lo cual la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes. En Colombia, la prevalencia estimada es de 10,3 por 1.000 habitantes, de acuerdo con lo descrito en el Estudio Neuroepidemiológico Nacional (Epineuro, s. f.) del 2003.

Los infantes son más propensos a sufrirla —especialmente en el primer año de vida— de forma secundaria a patologías como: meningitis, asfixia perinatal,errores innatos del metabolismo, ataque cerebrovascular y malformaciones congénitas del sistema nervioso central.

El diagnóstico de la epilepsia es más difícil en los niños que en los adultos, dado que los síntomas pueden ser sutiles. Es posible que presenten crisis (coloquialmente denominadas convulsiones) que incluyan síntomas como movimientos rítmicos de los brazos y las piernas, desconexión del medio (no responden a los llamados o al contacto físico), alteraciones sensoriales (escuchar, ver y oler en ausencia de un estímulo real), alteraciones autonómicas (vómito, rubicundez —piel rosada—, apnea y taquicardia) y despertar sin motivo en las noches. Dos aspectos que diferencian estas crisis de otras similares en su sintomatología son: siempre se presentan de la misma forma—son estereotipadas— y, al finalizar, en gran parte de los casos, se da una etapa denominada postictal, en la cual los niños tienen somnolencia y confusión por minutos u horas.

Si un niño presenta síntomas, es necesario llevarlo a un neurólogo pediátrico, quien definirá el tipo de epilepsia y le asignará el tratamiento adecuado: farmacológico, hormonal, quirúrgico o dieta especializada (cetogénica).

Durante la crisis, se recomienda poner al niño de medio lado para que la lengua se desplace hacia adelante, con el finde mantener abierta la vía respiratoria. Además, es necesario sostenerlo con delicadeza y esperar que termine el episodio. Si este dura más de cinco minutos o se presenta varias veces en un día, se debe acudir al servicio de urgencias.