Las personas, la vida del proyecto

 

Sigifredo Ramírez nunca se imaginó que a sus 59 años volvería a clases. Pero lo hizo. Y no solo fue un estudiante aplicado, sino que se graduó con toga y birrete. Recibió su diploma y los aplausos más sinceros: los de su familia y sus amigos, quienes, además de apoyarlo, fueron cómplices de sus trasnochadas para hacer las tareas

“Valió la pena volver a estudiar. Fue una experiencia realmente bonita”, dice con alegría Sigifredo, trabajador del proyecto Ad Portas. Él y sus compañeros tomaron, todas las noches, cursos de formación complementaria del Centro de Tecnologías para la Construcción y la Madera del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Esto, como parte del plan de bienestar que la Universidad puso en marcha para ellos. 

Desde diciembre del 2015, Sigifredo y unos 400 trabajadores más llegan de manera silenciosa a nuestro campus, de lunes a viernes, de 7:00 a. m. a 5:00 p. m., y los sábados hasta el mediodía. A no ser por el crecimiento del nuevo edifcio, quienes laboran en Ad Portas pasarían desapercibidos, puesto que trabajan de puertas adentro. A la fecha, más de 1.300 personas han contribuido a la construcción del nuevo proyecto de la Universidad de La Sabana.

Desde que empezó este proyecto, la Universidad dio a cada una de las personas que allí laboran un lugar de privilegio, como el que tienen quienes estudian o trabajan de manera regular en La Sabana.

Edwin Roberto González, jefe de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Universidad, quien encabeza los procesos de seguridad industrial, salud, cuidado del ambiente y bienestar de los trabajadores de Ad Portas, asegura: “El proyecto busca que los contratistas de la obra vivan la Universidad de La Sabana y, al construir el edifcio, se lleven parte de nuestra identidad”.

Con esta meta, se creó el programa “La Sabana construye bienestar, tú construyes tu futuro”, con el cual se quiere fomentar el crecimiento laboral, personal y familiar de trabajadores como Sigifredo, a través de actividades que contribuyan a cubrir sus necesidades.

Al frente del proyecto también trabajan Luisa Fernanda Neiza, psicóloga graduada de La Sabana encargada del bienestar de los trabajadores de la construcción; Sandra Ramírez, coordinadora de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional (SISO); y practicantes de Fisioterapia, Enfermería y Comunicación Audiovisual y Multimedios de la Universidad.