Negociaciones clave: el camino de crecimiento de Michael Medina en Avianca

Michael Medina Sarmiento, graduado de la Facultad de Ingeniería, Especialista en Gerencia Logística y Senior Procurement Specialist en Avianca cuenta cómo ha sido su trayectoria los últimos 10 años en esa compañía.

Cuando era niño, el abuelo de Michael Medina tenía una buseta y una de las rutas que cubría llegaba hasta el aeropuerto. A Michael le encantaba acompañarlo, porque ese plan incluía avistar aviones cuando despegaban y aterrizaban en Bogotá. En esos recuerdos, este graduado de Ingeniería Industrial y de Ingeniería de Producción Agroindustrial encuentra el origen de su pasión por las aeronaves. Lo que empezó como una curiosidad compartida con su abuelo, lo ha llevado a convertirse en un verdadero experto. Tanto es así que, con confianza, puede apostar a que adivina la referencia de un avión solo con escuchar el sonido que emite al volar a lo lejos.

Esa experiencia la ha reunido a lo largo de diez años trabajando para Avianca, una de las aerolíneas más representativas de Colombia y de alto reconocimiento internacional. Hoy en día, se desempeña como Senior Procurement Specialist, pero su camino en esa compañía inició desde su práctica profesional. “Yo tenía en mi cabeza que quería trabajar para Avianca”, cuenta Michael, quien dejó ver su vocación para hallar soluciones en su interacción con las personas al buscar los medios para acercarse a la compañía y presentar su hoja de vida.

Así inició en la compañía como practicante en el área de inventarios. Esa oportunidad le permitió empezar a ejercer, por primera vez, un rol de negociador, beneficiando al área de compras. “Mi trabajo consistía en salir al mercado y comprar todos los repuestos que necesitaran los aviones. Era volver a armar el avión y que quedara disponible, con llantas, frenos, luces, pinturas, iluminación, todo”, recuerda el graduado. Su labor era encontrar las mejores alternativas del mercado para las diferentes categorías del avión, es decir, para diferentes partes de la aeronave que requerían algún tipo de repuesto.

Siguió desarrollando su talento para la negociación cuando, al cabo de cuatro meses como practicante, le dieron la oportunidad de tener un contrato fijo dentro de Avianca. Su misión era conciliar las cuentas pendientes por pagar a los proveedores. “Eso me permitió conocer a mucha gente dentro de la compañía, porque iba a todas las áreas a plantearles los diferentes casos para intentar resolverlos”, afirma.

Más adelante, en 2016, enfrentó el reto de garantizar los insumos para los servicios a terceros, a través de la submarca Avianca Services. Su labor era garantizar que las empresas clientes tuvieran a su disposición lo necesario cuando, por ejemplo, se incorporaran aviones nuevos a la operación. Recuerda que una de los proyectos en los que le dio más satisfacción participar fue en la llegada del Boeing 787 cuando llegó a Colombia. “Era el primer avión que mantenía la humedad de la cabina y evitaba la fatiga de los pasajeros en trayectos largos”, recuerda Michael, hablando de la novedad que representaba esta aeronave comercial para entonces. Su labor era encargarse del aprovisionamiento inicial del avión para su mantenimiento en tierra.

En 2018, continuó apoyando el área de compras en la categoría de cabina, para garantizar el aprovisionamiento de todos los elementos que impactaban el confort de los usuarios: Las sillas, los cojines, la iluminación, las pantallas, el aire acondicionado, los cinturones de seguridad, entre una larga lista de ítems que son reportados por el área de Calidad. Michael se encargaba de buscarlos en el mercado y garantizar su disponibilidad para reemplazo.

Además de esta tarea, se le confió la de negociar con los proveedores para establecer acuerdos de precio que permitieran hacer más eficiente ese proceso de aprovisionamiento. “Algunos dicen que puse en práctica mis habilidades de negociación, pero yo creo que se trata más bien de ser empático”, reflexiona Michael, quien es también graduado de la Especialización en Gerencia Logística de la Universidad de La Sabana. Para él, negociar con un proveedor consiste en comprender las necesidades del aliado y poner sobre la mesa las propias para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.

Esto es algo que ha podido seguir poniendo en práctica a través del área en el que se desempeña actualmente. Desde julio de este año, su deber es garantizar que los componentes de los aviones que necesiten algún tipo de reparación y que sean propiedad de Avianca se puedan arreglar y estén disponibles para su uso en Colombia, El Salvador, Ecuador, Estados Unidos o Europa. Esto implica no solo la reparación en los talleres dentro y fuera de Colombia, sino también el seguimiento a la logística asociada.

A través de este trabajo, Michael percibe que ha podido desempeñar su profesión como Ingeniero Industrial, al estar atento a los procesos y la logística detrás del aprovisionamiento, compra y reparación de los elementos de los aviones; pero además ha descubierto que su formación como Ingeniero de Producción Agroindustrial le ha facilitado comprender los manuales de mantenimiento de las aeronaves y los procesos químicos que intervienen en su funcionamiento. “A los aviones se les hace mantenimiento con base en unos manuales iguales que los de los carros. La diferencia es que, cuando se trata de un avión, si uno no sigue el protocolo, hay 200 vidas en riesgo cada vez que prende motores y vuela. Esa es la responsabilidad de este trabajo”, dice el graduado.

Michael considera que parte del éxito de su ejercicio profesional lo debe a que “en la Universidad percibí que podía relacionarme con todas las personas al poder hablar por igual tanto como con un decano como con uno de mis profesores”, lo que le aportó seguridad para relacionarse en diferentes niveles y negociar soluciones con diferentes grupos de interés. Asimismo, señala que su labor como PAT fue clave para “asumir el sentido de responsabilidad, del empoderamiento de ser capaz de involucrarme en cosas importantes y hacer lo que me pedían”, concluye.