Inhala: Salud Laboral con Impacto
Transformar desafíos en oportunidades, y sueños en realidades, es la esencia de Katherine Otero González: una psicóloga que convirtió su pasión por el bienestar en un emprendimiento pionero en salud ocupacional.
El verdadero éxito ocurre cuando la pasión se convierte en acción, y eso es exactamente lo que Katherine ha logrado al abrir las puertas de su emprendimiento. Desde sus años de bachillerato, mostró un interés innato en las ciencias sociales y humanas, lo que la llevó a contemplar diversas áreas del conocimiento. Sin embargo, fue la Psicología la que finalmente capturó su mente y su corazón.
A la hora de elegir institución, Katherine buscó una universidad que ofreciera un ambiente educativo enriquecedor, fuera de Bogotá. La Universidad de La Sabana con su reputación de excelencia y su enfoque en el bienestar humano, fue la elegida. A pesar de los desafíos iniciales como, en su momento, la histórica inundación, sin duda la resiliencia y la capacidad de recuperación no permitieron que eso se presentará como una barrera.
En un inicio y justo antes de finalizar sus estudios, se embarcó en un emprendimiento en el sector alimentario, un área que, aunque diferente, despertó su interés. La influencia de su familia empresaria y su inclinación a ser independiente la llevaron a explorar este campo. Sin embargo, su verdadero propósito se consolidó en el sector salud. Tras graduarse, Katherine tomó la valiente decisión de salir del país, viviendo varios años en Australia, lo que le permitió adquirir una perspectiva global y enriquecer su experiencia. A su regreso a Colombia, comenzó a desarrollar su sueño de emprender en el campo de la salud, orientada al emprendimiento en Psicología.
En 2020, Katherine fundó Inhala, una Institución Prestadora de Salud (IPS) ubicada en Mosquera, Cundinamarca. Este emprendimiento surgió como una respuesta a las necesidades de la comunidad en términos de servicios de salud accesibles y especializados. Inhala comenzó ofreciendo servicios de psicología domiciliaria y, con el tiempo, se expandió para incluir medicina, laboratorio clínico, fonoaudiología y otros servicios médicos. La visión de Katherine era clara: crear un centro integral que no sólo ofreciera servicios médicos, sino también se convirtiera en un punto de referencia en la medicina laboral y de seguridad en el trabajo.
El proceso de establecer un punto físico fue una experiencia desafiante pero gratificante. Durante la pandemia, Katherine y su equipo enfrentaron el reto de encontrar un lugar adecuado, ajustándose a las restricciones y adaptándose a las nuevas realidades del mercado. El local elegido, aunque vacío y con pocas modificaciones, cumplía con los criterios necesarios. El proceso de adecuación, se llevó a cabo con éxito, y en febrero de 2021, Inhala abrió sus puertas en su nueva sede, ofreciendo una gama completa de servicios médicos y ocupacionales.
Para la graduada, uno de los aspectos más apasionantes de su camino como emprendedora ha sido la formación de un equipo de trabajo comprometido y fiel. La construcción de un personal sólido ha sido uno de los mayores logros y, a su vez, desafíos, dado que mantener un equipo motivado y unido en un entorno de constante cambio puede experimentar un grado de complejidad. Se contempla que su empresa marca un factor diferenciador al ofrecer un entorno de trabajo respetuoso y digno para su equipo, así como un trato humano y profesional a sus pacientes. La filosofía de Inhala se basa en el respeto y la calidad, tanto en el trato con el personal como en la atención a sus clientes.
El camino del emprendimiento para Katherine ha sido, sin duda, una travesía llena de retos y aprendizajes. La pandemia, que inicialmente parecía una barrera, se convirtió en una oportunidad para desarrollar este proyecto significativo. Junto a su esposo, médico de profesión, Katherine vio en la situación una posibilidad para crear un espacio que ofreciera apoyo en salud en un momento de gran incertidumbre. La experiencia personal y profesional durante ese período ayudó a dar forma a Inhala, un emprendimiento que ha evolucionado para satisfacer las necesidades cambiantes de la comunidad.
Inhala no solo busca ser un proveedor de servicios médicos, sino también un agente de cambio positivo en la sociedad. Las metas de Katherine y su equipo son considerables. Su visión a corto y mediano plazo incluye expandir sus servicios para abarcar la rehabilitación, integrando fisioterapia, terapia del lenguaje, terapia ocupacional y más. El objetivo es ofrecer una solución integral que acompañe a las empresas no solo en la prevención, sino también en la rehabilitación de enfermedades y accidentes laborales. Con esto espera continuar el crecimiento de Inhala, consolidándose como un centro de referencia en medicina ocupacional.
Su formación en la universidad ha sido fundamental en su desarrollo profesional. El título como Psicóloga y los valores humanos impartidos han sido una base sólida para su carrera. El sello Sabana que la representa es, sin duda, la excelencia en el trato humano; “es el salir con la convicción de que debo mirar a los ojos al paciente e interesarme realmente por sus necesidades”, afirma. La calidez y el trato digno que ofrece la universidad son el reflejo de su auténtico compromiso.
Para aquellos que desean emprender aconseja, en la medida de lo posible, tener una guía o mentor, “el camino del emprendimiento no debería ser solitario, debes darte la oportunidad de escuchar a tu alrededor”, comparte Katherine. La mentoría proporciona apoyo, orientación y una perspectiva externa que puede ser invaluable en el camino como emprendedor o independiente.
Una grata coincidencia…
El nombre de Inhala, aunque, tiene un origen personal en la experiencia de Katherine fuera del país, casualmente refleja una filosofía más amplia. La elección del nombre se inspiró en un lugar que evocaba una conexión con las raíces colombianas estando lejos de casa, así como se relaciona con el concepto de respirar y estar presente. Inhala representa un espacio de bienestar y tranquilidad, un lugar que busca ofrecer un entorno sano y humano tanto para sus trabajadores como para sus pacientes.
El verdadero impacto se mide en las vidas que transformamos y en las barreras que derribamos; Katherine nos demuestra que con visión y valentía, es posible construir un futuro prometedor para todos.