Crocante y Ají, expertos en empanadas

Cristina Arenas es graduada del programa de Gastronomía en el año 2014. Cristina vivió cinco años fuera del país y luego de haber trabajado en varios restaurantes, nuestra Alumni volvió a Colombia y decidió emprender, así nació Crocante y Ají.

 

Crocante y Ají es una empresa fabricante de empanadas a domicilio que se entregan empacadas al vacío y congeladas, pero también está la opción de comprarlas calientes. Además, producen ajíes artesanales de diferentes sabores, a base de productos 100% colombianos.

Dentro de su portafolio tienen empanada de masa de maíz y trigo junto a una variedad de sabores como tres quesos, chicharrón, pollo al curry, criolla, entre otros. En los ajíes tienen variaciones como lulo, tamarindo, pimentones, mango, tomates asados y ají tradicional.

Crocante y Ají trabaja con productos 100% colombianos y comprados directamente al agricultor, la empresa busca respetar el producto y el proceso de elaboración de cada relleno y cada masa. Desde 2018, cuando inició este sueño, se han preocupado por mantener un producto bueno y de calidad.

Hoy cuentan con una planta de producción que esperan expandir pronto y han ampliado sus medios de distribución no solo por redes sociales sino que también distribuyen sus productos en aplicaciones como Rappi y Domicilios.com, además de un local fijo en el barrio la Castellana. Desde estos canales de distribución se venden un aproximado de 3000 empanadas al mes.

Cristina resalta su emprendimiento con gran orgullo “Es una empresa con la que me identifico completamente, amo lo que hacemos y la pasión con que lo hacemos, es un emprendimiento en el que se puede crear día a día algo nuevo, además ¿a quién no le gustan las empanadas? Comencé en la cocina de mi casa, armando empanada por empanada en el comedor y con las manos de mis papás, mi hermano y yo. Muchas empanadas se abrieron, se quemaron, pero todas terminaron en la barriga de alguien, ¡porque así se dañarán, el sabor siempre fue delicioso! Paso a paso fue creciendo este sueño, se compraron las máquinas necesarias para

empezar una producción un poco más grande y salí de mi casa a una planta de producción”.

Para nuestra graduada, haber estudiado en la Universidad de La Sabana fue el primer peldaño para iniciar su emprendimiento pues como ella menciona “Gracias a La Sabana soy la profesional que soy hoy. Gracias a esto, hoy estoy emprendiendo, porque siempre fue algo que nos inculcaron desde el día uno de mi pregrado”.